BUENAS GENTE BONITA GENTE DE BIEN
Hola gente bonita, gente de bien, el día de hoy les mostraré una historia que escribí, esta historia trata de la relación entre madre e hija, comienza con un monólogo que relata la hija, mostrando el dolor que experimenta por la partida de su madre, y como aunque en esta vida ya no estén juntas, en todas las demás si.
Autora: Renata Mora Lavalley
“Y ahí estaba yo parada en medio de la lluvia viendo tu ataúd, como pudiste irte así nada más, sin siquiera despedirte de mí, sin siquiera decirme que todo estaría bien.”
Este dolor me consume, no puedo imaginar una vida sin ti mamá, simplemente no puedo, no quiero llegar a casa, por que se que tú no estarás ahí, no puedo abrir el refrigerador por que se que la pasta que preparaste la semana pasada aún se conserva , no puedo acostarme en tu cama por que algo dentro de mi te imagina acariciando mi pelo y tu dulce voz diciendo que me amas, simplemente no puedo .
Prefiero quedarme aquí, aquí contigo.
Por más que intenté mantenerme recta al llegar, el llanto me invadía ese llanto que no puedes controlar, ese llanto que grita tu nombre, que grita nuestros recuerdos, ese llanto que me muestra las notas de tu piano aún puestas, aquellas notas que por mis lágrimas arruiné . No puedo dejar de pensar en todo lo que nos faltaba por vivir, como esas pláticas profundas que teníamos echadas en la cama mientras el televisor sonaba, tus consejos que siempre fueron de ayuda, esas risas, esos momentos, esas peleas, absolutamente todas las cosas que viví contigo, pero vuelvo a la realidad y la casa está vacía, sin alegria, sin tu voz, sin ti y eso me mata.
Duermo profundamente para olvidar tu partida pero sueño contigo, y despierto con los ojos llenos de lágrimas llenos de tus recuerdos. Creo que seguiré durmiendo hasta que mi cuerpo ya no aguante y mi mente colapse, al fin y al cabo ya no tengo nada que perder, mi todo eras tú. Y sigo sintiendo dolor, ese dolor me arranca las venas, me quema la piel, hace que mis huesos se rompan, experimento todos los dolores que puedan existir y es por que tú ya no estás aquí.
Crees que en otro universo sigamos juntas? ….
Crees que en otro universo seas mi mamá?….
*Dos pájaros se encuentran en un nido. El grande cuida del pequeño, el cual está a punto de aprender a volar. Es ahí donde la madre pájaro deja caer al pájaro hijo y el viento se rompe por su vuelo. Los dos vuelan juntos, emprendiendo un viaje hacia lo desconocido, desafiando la oscuridad de la noche. Y así, los dos pájaros se convirtieron en uno solo, siguieron al compás del viento. Unidos por un lazo etéreo, volaron juntos hasta que el primer destello del amanecer pintó el cielo, tejiendo nostalgias en sus plumas y memorias en sus corazones.*
*Mientras la lluvia cae, dos montañas se encuentran juntas, una más grande y sabia que la otra, joven y aprendiz. Estas, durante muchos años, han soportado tormentas imponentes, devastadoras nevadas, terribles tornados e imparables huracanes. Todos estos retos de la cruel y a la vez hermosa naturaleza no impidieron que aquellas dos montañas siguieran con su eterna compañía, hasta que así, mientras la lluvia seguía cayendo como lágrimas del cielo, las dos montañas se abrazan en un último gesto de resistencia antes de unirse una en la otra, convirtiéndose en una sola masa de tierra y roca.*
*En un gran campo con un cielo diamantado de colores, dos plantas miran hacia el horizonte incomprendido y profundo mientras sienten el amor de la otra, sus pequeñas hojas rozan entre sí, el viento y la lluvia comienzan a caer sobre ellas, es así como la planta más alta con su hoja más grande y fuerte, protege a la más pequeña cuidando sus pequeñas hojitas que pueden romperse fácilmente, después de la tormenta la planta pequeña descansó su tallo en la grande, las dos seguirán cuidándose y protegiéndose hasta el fin de sus días.*
*Dos esferas de energía que se encuentran en el eterno misterio y profundidad del caldo cósmico, brillan como perlas luminosas en medio de una noche oscura. Durante años viendo la humanidad preguntándose si se convertirían en seres humanos, aunque no les era de mucha importancia, todos los Días relativos e insensatos en aquel caldo en medio del incomprendido lapso de tiempo, cada una cuidaba de la otra, entendiendo y apreciando cada valiosa lección que se daban mutuamente, esperando a un día nacer en la tierra. Y por fin llegó aquel día, pero las dos esferas comenzaron a moverse sin dirección ni rumbo, su luz aumentó, sus enseñanzas se recordaron, los momentos juntas se apreciaron, y ese amor incondicional de cada una salió a la luz, en ese momento se unieron en una sola esfera, en una sola energía, en una sola vida, una nueva entidad que llevaba consigo la historia y el legado de ambas.*
Así lo entendí mamá, cuando partiste no tenía idea de donde te encontrabas, si me escuchabas, si me extrañabas, pero ahora entiendo que aunque no estemos unidas en este universo, sabré dónde estás, o más bien, donde estamos, cuando vea dos pájaros, dos montañas, dos plantas, dos nubes, dos estrellas, sabré que somos nosotras, y que aunque ya no estés aquí conmigo siempre te recordaré y este dolor inmenso me consuma y me destroce se que estamos juntas, no en este mundo pero sí en todos los demás, hoy, mañana y por el resto de la eternidad,
recordando siempre que, aunque separadas por la forma, estamos unidas por el alma
Autora: Renata Mora Lavalley